lunes, 24 de diciembre de 2012

Hermafrodito y Salmacis

AFRODITA

La narración más célebre del nacimiento de la diosa Afrodita cuenta que surgió de la espuma del mar que se formo alrededor de los genitales cortados de Urano. Según Homero, la diosa era en realidad hija de Zeus y de la oceánida Dione.
Afrodita, diosa del amor y de la belleza, se vio obligada a unirse con el Dios cojo del monte Olimpo, Hefesto. Sin embargo, la diosa repudiaba a su marido, al que consideraba feo y malhumorado.
En el arte aparece como una joven bella vestida con ropas preciosas, a menudo sosteniendo en sus manos una flor. ¿Posiblemente una anémona en recuerdo de su amado Adonis?

A la izquiera, Venus con un Espejo . Tiziano ha pintado aquí a Afrodita como un modelo de belleza italiana renacentista. En esta obra, la diosa aparece contemplándose en un espejo, sostenido por unos cupidos.

La imagen de la diosa como una joven hermosa disponiéndose para el baño influyó en todas las representaciones posteriores. Afrodita solía estar acompañada de Eros, un joven hermosos de cabellos largos y portador de un arco. Posteriormente, la figura de Eros se transformó en un grupo de niños con alas cortas, los cupidos.

Afrodita fue una esposa infiel. Tuvo amantes mortales e inmortales. La mitología griega cuenta que un día Hermes, al observar el cuerpo desnudo de la diosa, quedó prendado de ella. La diosa rechazó a su pretendiente, pero Zeus intervino a favor del dios, consiguiendo que Afrodita se entregase a él. La historia es bastante simple: Zeus envía a su águila para que le robe la sandalia a la diosa. La sandalia no fue devuelta hasta que se consiguió someter a Afrodita al deseo de Hermes. El fruto de esta relación fue el hermoso Hermafrodito.
El hijo de Hermes y Afrodita fue abandonado en el monte  Ida, al cuidado de las ninfas del lugar. Un buen día Hermafrodito decidió salir a pasear por las tierras griegas, pero el calor de aquel día soleado le obligó a aproximarse a un lago para poder refrescarse. La náyade Salmacis se quedó prendada de la belleza del muchacho, y cuando este se lanzó desnudo al lago, ambos sintieron una atracción inmediata. Tal fue la violencia de su deseo que, mientras se amaban, Salmacis se apretó a él con tanta fuerza, que sus cuerpos se fundieron en uno solo. Por ello, el arte representa a Hermafrodito como una mujer con genitales masculinos.

Jean François de Troy,  Salmacis y Hermafrodito, 1708
Dice la leyenda que cualquier persona que se bañe en este manantial correrá la misma suerte que Hermafrodito. En otras palabras, el agua del lago arrebatará la virilidad a todo aquel que la pruebe.

La información del mito de Hermafrodito ha sido consultada en el libro de David Bellingham, Dioses y Leyendas de la Mitología Griega.

No hay comentarios:

Publicar un comentario